miércoles, 22 de mayo de 2013

Test de color I




Muy buenas a todos, si os parece  bien seguimos  avanzando en la “teoría” del buen vestir.
Hoy quiero empezar explicando en qué consiste el test del color, para que vayáis practicando y sacando vuestras propias conclusiones, y así podáis participar y averiguar mas sobre vosotros y así usarlo como herramienta, sacando lo mejor que tenemos todos, que es mucho sin duda,.. =))
En las siguientes entradas iremos tratando que colores favorecen mejor y cuáles no, así como los tejidos, las prendas,… pero para ello hay que empezar con el test del color, y allá vamos.
El test de color es el que se practica  para valorar qué colores nos favorecen y cuáles no. Cada persona es única y diferente, y hay que valorarla como tal, es decir: a veces nos encontramos con dos personas que poseen el mismo color de ojos, de piel y de cabello, pero no les favorecen los mismos colores.
Es cierto que el cabello, el color de piel y el color de ojos son los tres factores más influyentes a la hora de realizar el test, pero también influyen: los rasgos de la piel (rasgos grandes, duros, pequeños...), el color de labios (más rosados, más marrones, etc.), las imperfecciones (como el color de las ojeras, manchitas, etcétera).
Aun así se pueden plantear unas pautas genéricas para que tengamos una base a la hora de hacer el test de color. De todos modos, recuerda que esto no es una ciencia exacta y hay excepciones. 
 
Primer paso

El primer paso para realizar cualquier test de color es tener clara la temperatura que se posee. Puede ser  temperatura cálida o de temperatura fría.
¿Cómo lo sé, soy de temperatura cálida o fría? Muy sencillo, cada color posee una temperatura: hay colores fríos y colores cálidos. Debemos valorar el color del cabello, el color de ojos y el color de piel. Todo ello nos da como resultado una tipología cálida o fría. 
Este es el primer paso:
Si poseemos un tono de piel oscura, cetrina o color medio, tenemos una piel cálida.
Si, por el contrario, la piel es clarita o muy blanca, la temperatura en la piel es fría.
Si tenemos un tono de cabello cobrizo, castaño o rubio dorado, se tiene una temperatura  de cabellos cálida.
Si se tiene el cabello negro, caoba, violín o rubio platino, la temperatura del cabello es fría.
Si se tiene los ojos marrones, color miel o verde botella, la temperatura de ojos es cálida.
Si, por el contrario, tiene los ojos azules, grises o verde esmeralda, se tiene una temperatura de ojos fría. 
Una vez valorado todo esto, podemos concluir si nuestra temperatura en mayor medida  es fría o cálida.
Analizamos cuántos rasgos fríos poseemos y cuántos cálidos, y el bando que mayor número  obtenga determinará la temperatura.
Recuerda: podemos encontrarnos con personas que sean medio cálidas o medio frías.
 No es un problema, todo lo contrario, a mi entender, ya que le favorecerán muchos más colores.

Segundo paso 
 
Una vez que tenemos clara la temperatura que tenemos, procedemos a realizar el test de color.
Hay dos maneras de hacerlo, podemos hacerlo en  casa con retales de ropa de diferentes tonos. Para realizar un test básico de color se necesitan retales de color: negro, blanco, crudo, azul, verde, gris, marrón, beige, rojo, naranja, amarillo, rosa, plateado y dorado (para la joyería). Lo mejor es que se tenga tres tonos distintos del mismo color, por ejemplo: azul cielo, azul turquesa y azul marino. Con estos colores básicos podrás hacer un test básico de color.
La otra posibilidad es hacerlo con las prendas en las tiendas y boutiques o en casa con la ropa del armario.
 Es una manera muy real de valorar qué colores nos favorecen y cuáles no, y resultará mucho más sencillo, ya que aunque la opción una es como, por así decirlo, la metodología formal, sólo estamos comparando un retal de tela, y muchas veces un color no es representativo si la pieza es pequeña. Puede ser que un color en una muestra nos guste y nos trasmita de una forma, y luego si vemos más metros de la misma, cambie y no nos guste o sea excesivo o pierda su fuerza.
Importante: Para el test de color con retales elige el mismo género para todos.
No importa si es seda, fieltro o algodón, pero asegúrate de que sean todos del mismo género. Ten en cuenta que el color puede variar de un género a otro debido a las fibras, el brillo o los matices de la composición.


Mañana seguimos con la segunda parte del test del color,… =)




                                  




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